Aferrados a la Eucaristía y a María Auxiliadora
El título del primer capítulo de la carta nos recuerda que el culto a la Eucaristía y la devoción a María Inmaculada-Auxiliadora son puntos fundantes en la espiritualidaad y vida de la Asociación. El Rector Mayor continúa :”El Cristo que domina la existencia de Don Bosco, es prevalentemente, Jesús vivo y presente en la Eucaristía, el Pan de vida, el hijo de María, Madre de Dios y de la Iglesia. Don Bosco ha vivido de esta experiencia y en esta presencia”.
Desde la juventud, gracias también a las enseñanzas de Mamá Margarita, en la vida de Don Bosco participa intensamente María. Sobre ella decía Don Bosco a los muchachos: ¡María Santísima siempre nos ha hecho de Madre! “Queridos jóvenes, tenéis un arma potente contra las asechanzas del demonio en la devoción a María Santísima”. María nos asegura, que si somos sus devotos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo y nos esperará en el Paraíso.
Don Bosco pensó en los socios, como “devotos”: San Francisco de Sales enseña que la “verdadera devoción” se relaciona con el amor auténtico que recibimos de Dios (Gracia) y nos hace capaces de corresponder a sus dones (Caridad).
Somos verdaderos “devotos” cuando hacemos todas las obras y acciones, desde la más pequeña a la más grande, con ardor y dispuestos a la entrega total, cada uno según su propia vocación y misión en la Igelsia.
Necesitamos, pues, renovar también hoy el camino de la devoción que nos permite aspirar a lo alto sin olvidar las raíces de la santidad y del carisma salesiano.
El camino es, ciertamente, fatigoso, lastrado por nuestras debilidades y fragilidad, pero, subraya con fuerza el rector Mayor, María nos lleva a Jesús con su mediación materna. Es maesrta sabia y nos hará siempre de guía en el cumplimiento diario de nuestra misión.
“¡María Santísima siempre nos ha hecho de Madre!...”
(Don Bosco)
Andrea y María Adele Damiani
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