CARTA DEL RECTOR MAYOR DON ÁNGEL FERNÁNDEZ ARTIME

¡ABANDÓNATE, CONFÍA, SONRÍE!

Un camino de 150 años

El historiador salesiano Pietro Braido describe la fundación de ADMA por Don Bosco: “Organizador nato, Don Bosco no dejaba a la sola devoción espontánea el culto a María Auxiliadora. Le daba estabilidad con una Asociación que de Ella tomaba su nombre. Los testimonios directos han visto en esta institución una de las iniciativas más queridas de Don Bosco, y de más vasta resonancia, después de las dos Congregaciones religiosas y de la Asociación de los Cooperadores. [...]

La última parte del fascículo contenía el texto del estatuto, una larga serie de oraciones y prácticas de devoción indicando las respectivas indulgencias, una breve cateqesis sobre las indulgencias en general, el decreto del 22 de mayo de 1868, con el que Pío IX concedía indlgencia plenaria a todos aquellos que “religiosamente” visitaran la iglesia dedicada, en Turín, a la Virgen María Inmaculada bajo el título de María Auxliadora, en la fiesta titular de la misma iglesia o en alguno de los días precedentes”.

La Archicofradía de María Auxiliadora, así llamada por Don Bosco (hoy ADMA) adquiere, desde los comienzos, una dimensión mundial. En 1988, año centenario de la muerte del Santo, se produce un histórico relanzamiento por parte del Rector Mayor don Egidio Viganò.

La Congregación y la Familia Salesiana han recorrido un camino de maduración en la devoción a María Auxiliadora. La espiritualidad salesiana no puede separarse de la devoción a María Auxiliadora.

El Rector afirma con decisión:

“Nuestra devoción a la Axiliadora está íntimamente unida tanto a la misión salesiana como al espíritu propio del carisma salesiano que los ha recibido de Don Bosco, como don del Espíritu Santo.”

Luego, en 2003, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, aprueba el Nuevo Reglamento de la Asociación.

Especialmente, en estos últimos años, ADMA se ha renovado profundamente ha crecido en múmero y en calidad, gracias a la implicación de las familias y a diversas iniciativas, como los Congresos internacionales de María Auxiliadora.

Renovamos y relanzamos el sentido de perenencia y de formación compartida entre los más de 800 grupos locales presentes en todo el mundo a través del itinerario formativo anual y publicaciones como los Cuadernos de María Auxiliadora y de la comunicaicón social.

Andrea y María Adele Damiani