18 abril 1869 – 18 abril 2023

Celebramos el cumpleaños de ADMA

Introducción

Reunidos en torno a María queremos contemplar el cuadro que D. Bosco quiso dejarnos como muestra de su devoción a María Auxiliadora. Hoy como entonces nos repite: "Sed devotos de María Auxiliadora y veréis lo que son los milagros".

En Valdocco, el gran cuadro domina el altar junto al sagrario, como para indicarnos que María quiere que nos dejemos llevar de su mano para conducirnos a Jesús, verdadero centro de nuestras vidas.

Los oídos

Evangelio

"El ángel respondió a María: El Espíritu Santo vendrá sobre ti. Entonces María dijo: 'He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra."

Toda la vida de María está hecha de escucha. María sabe escuchar con paciencia, con humildad, con mucha atención. Su silencio nunca es vacío, pesado, frío, es siempre disponible para escuchar. Escuchó la Palabra de Dios, escuchó a sus padres, escuchó a Jesús, escuchó la voz de Dios en la historia, en las personas y en lo que le sucedió. ¡María continúa escuchando a la humanidad!

Dios te salve María...

Oremos juntos:

Oh María, mujer de corazón atento a la escucha, capaz de llenar de sentido tu intenso silencio, haznos capaces de escuchar con atención cada voz con la que Dios nos habla. Haznos capaces de escuchar con obediencia a los padres y educadores, con interés a quien expresa un pensamiento, con solidaridad y sinceridad a quien necesita compartir una pena. Haz que sepamos escuchar la Palabra de Dios con tu fe, con tu concentración, con tu silencio. Amén.

La boca

Evangelio

María partió hacia la montaña y llegó rápidamente a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel (...) Entonces María dijo: "Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador".

María habló muy poco, pero sus palabras en el Evangelio son de una inmensa profundidad, intensidad y riqueza. Ella sigue repitiéndonos las palabras que necesitamos y nos enseña a centrarnos en lo esencial, dando gracias a Dios.

Dios te salve María...

Oremos juntos:

Oh María, madre de las palabras que calientan el corazón, haz que aprendamos de ti a hablar con suavidad, a decir la verdad, a comunicar palabras que construyan la paz. Enséñanos también las palabras de anuncio, las palabras que hablan de la belleza de tener un amigo como Jesús, las palabras inspiradas de la Palabra de Dios.

Ayúdanos a eliminar de nuestra boca las palabras que dividen, ofenden o hieren. Ayúdanos a hacer de nuestras palabras instrumentos de paz, unidad y armonía. Amén.

Los ojos

Evangelio

"En cuanto los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron: "Subamos a Belén, veamos este acontecimiento que el Señor nos ha dado a conocer. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón."

María tenía una mirada dulce, atenta, solícita y maternal. Sus ojos veían a Jesús, lo miraban con asombro, con alegría, con emoción y también con dolor. ¡Esos mismos ojos se posan continuamente en nosotros!

Dios te salve María...

Oremos juntos:

Oh María, mujer de la mirada más dulce de la historia, que miras a todos con bondad materna y sabes captar en cada momento los problemas, las penurias, las dificultades de las personas, danos ojos capaces de ver más allá de las apariencias.

Haz que no pasemos al lado de alguien con distracción y superficialidad, que nadie se sienta ignorado o desatendido. Haz que nuestros ojos sean capaces de comunicar solidaridad,

comunión, comprensión, amistad. Amén.

El cetro

Evangelio

Tres días después, había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos también estaban invitados a la boda. Mientras tanto, cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen más vino" (...) Su madre dijo a los criados: "Haced lo que él os diga".

La Virgen "de Don Bosco" tiene la corona sobre la cabeza y el cetro en la mano, Don Bosco siempre experimentó su intercesión poderosa, fuerte, eficaz. Él sabía que María tiene un gran secreto: el secreto de su poder es Jesús. Aún hoy, cuando alguien se dirige a María para pedirle algo, ella se dirige a Jesús y le dice: "Te necesitan, no tienen más vino" y Jesús interviene.

Dios te salve, María...

Oremos juntos:

Oh María, Virgen Poderosa, Reina de la Iglesia, no tenemos tu fuerza ni tu fe, ¡pero deseamos aprender a ser como tú capaces de ayudar!

Ayúdanos a comprender cuándo nos necesitan, ayúdanos a no retroceder nunca cuando hay necesidad, ayúdanos a vivir el “voy yo" en nuestras vidas, a ponernos siempre a disposición de los demás, empezando por las pequeñas cosas. Acompáñanos en nuestro camino para que también nuestro secreto sea, como lo fue para ti, el afecto de Jesús, su amistad, la confianza en él. Amén.

Jesús

Evangelio

"Llegado el tiempo de su purificación, según la Ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para ofrecerlo al Señor".

La Virgen de Don Bosco nunca lleva al niño Jesús escondido para resaltar ella, sino que siempre lo muestra con los brazos abiertos en un gesto de acogida, como queriendo abrazar a toda la humanidad. El cetro en una mano, Jesús en la otra. Cada uno de nosotros puede sentirse en los brazos de María como Jesús. ¡Lo único que María desea es que conozcamos, amemos e imitemos a su Hijo!

Dios te salve, María...

Oremos juntos:

Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra ayúdanos a amar a Jesús, a seguirle, a escuchar su Palabra. Ayúdanos a "hacer lo que nos dice", a poner en práctica su Evangelio.

Ayúdanos a ser apóstoles eficaces de Jesús, a hablar de Él con nuestra vida, a presentarlo a quienes encontramos. Ayúdanos también a ser como Jesús, pan partido para nuestros hermanos. Amén.

Canto final

Dios te salve, Reina, madre de misericordia, nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza, Dios te salve, Reina.

A ti nos dirigimos, desterrados hijos de Eva.

A ti suspiramos, llorando, en este valle de lágrimas.

Abogada nuestra, vuelve tus ojos a nosotros,

muéstranos después de este destierro el fruto de tu vientre, Jesús.

Salve Reina, madre de misericordia.

Oh clemente, oh piadosa, oh dulce, Virgen María.

¡Dios te Salve, Reina! Dios te salve Reina,

Dios te salve, Dios te salve.