Don Bosco le sugirió a Don Rua: "Trata de decirle al oído algunas palabras cariñosas que conozcas.

Las "palabritas al oído" de Don Bosco, según el testimonio de sus alumnos, era uno de sus secretos educativos.

El P. Lemoyne trató de recoger estas pequeñas palabras interrogando a los que habían sido chicos de Don Bosco. A continuación, algunas extraídas de su lista:

- "¿Cómo estás? ¿Y cómo estás en tu alma?

- ... Deberías ayudarme en una gran empresa. ¿Sabes qué? En la empresa de hacerse bueno

- ¿Cuándo quieres empezar a ser mi consuelo? ¿Cuándo quieres que rompamos los cuernos del diablo con una buena confesión?

- ¿Quieres que nos hagamos amigos en los asuntos del alma?

- ¿Temes que el Señor se enfade contigo? Volved a la Virgen, es la estrella del mar.

- El paraíso no es en absoluto para los ociosos.

- Reza, reza bien, y ciertamente te salvarás.

- ¿Estás en una tormenta? Invoca a la Virgen y a las estrellas del mar.

- Piensa en el juicio de Dios

- No confíes demasiado en tus propias fuerzas.

- Piensa en Dios: serás mejor y más feliz.

- Si me ayudas, quiero hacerte feliz en esta vida y en la siguiente.

- Si me ayudas, quiero hacerte un San Luis.

- El que persevere hasta el final se salvará.

- Trabajemos, trabajemos, descansaremos en el paraíso.

- ¡Ánimo! Un trozo de paraíso lo arregla todo".

¿Qué nos susurra hoy Don Bosco al oído? Que María, que fue su maestra, nos haga estar siempre atentos a la llamada del Señor!

Por Teresio Bosco, "Don Bosco - una nueva biografía".