Maria, la mujer vestida del sol
5 dicembre 2022
“Mulier amicta sole et luna sub pedibus eius, et in capite eius corona stellarum duodecim”
(...la mujer vestida del sol con la luna bajo sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas)
Y ante nosotros está la fiesta de María. Inmaculada y luminosa; hija de su Hijo, "humilde y alta, más que una criatura", que brilla como signo de consuelo y estrella de esperanza segura, porque acepta ser como la luna que no brilla de luz propia, sino del Sol que es Cristo. A Ella nos dirigimos con ojos quizás cansados y empañados por las lágrimas y la penumbra de estos tiempos; es a Ella a quien invocamos como Madre de la Luz. A Ella le pedimos que todos nosotros, pobres buscadores incluso de la sombra de la luz, sigamos buscando, sin cansarnos.
A María Inmaculada susurramos nuestro deseo de cumplir la invitación de su Hijo "Brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos". A Ella, dulcísima Madre, tesoro de los más pobres, esplendor de las estrellas y lucero del alba; a Ella, "ancla de los náufragos, poesía del canto, única realidad de nuestros sueños; a Ella, resplandor de las estrellas, imagen del cosmos que será" (Gen Rosso) nos dirigimos, todavía buscadores hambrientos y sedientos de Luz. A Ella llevamos también con discreción y confianza a los muchos que tienen en el secreto de su corazón la invocación: "¡Más luz, más luz!".
(Lello Ponticelli, Avvenire)