Brillar, escuchar y no tener miedo
Queridos amigos:
hemos vivido un verano rico en acontecimientos importantes para la Iglesia Universal como la JMJ de Lisboa, importantes también para nuestra Familia Salesiana, como el nombramiento de Cardenal al Rector Mayor don Ángel, propuesto por el Papa Francisco, que se hará oficial en el Consistorio del 30 de septiembre.
Una muestra de los muchos acontecimientos y regalos que el Señor dispensa a su pueblo en camino, a través del Espíritu Santo y la mediación de quienes se ponen confiadamente y con disponibilidad a su servicio.
El Papa Francisco en la homilía del 6 de agosto en la Jornada Mundial de la Juventud ha indicado a los jóvenes cómo recorrer el camino en el mundo, en la vida diaria, mediante tres palabras: brillar, escuchar y no tener miedo.
Brillar, porque –dice el Papa- “hoy necesitamos un poco de luz, un destello de luz que sirva de esperanza para afrontar tantas oscuridades, tantos desafíos cotidianos, para afrontarlos con la luz de la Resurrección de Jesús. Porque Él es la luz sin ocaso, luz que brilla incluso en la noche”.
Escuchar “porque todo cuanto hay que hacer en la vida se resume en esta palabra: Escuchadle. Escuchad a Jesús. Aquí está todo el secreto… Porque Él tiene palabras de vida eterna para nosotros; Él nos revela que Dios es Padre, es amor. Él nos indica el camino del amor”.
No tener miedo porque “ a vosotros que, a veces, pensáis que no podéis salir adelante – un poco de pesimismo os asalta a veces–; a vosotros, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, de creeros no preparados, o de disimular el dolor tras una sonrisa, a vosotros, jóvenes, que queréis cambiar el mundo – y está muy bien que lo queráis cambiar – y que queréis luchar por la justicia y la paz; a vosotros, jóvenes, que ponéis decisión y fantasía en la vida, aunque os parece que no basta; a vosotros, jóvenes, e quienes la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra la lluvia; a vosotros, jóvenes, que sois el presente y el futuro; sí, precisamente a vosotros, jóvenes, Jesús hoy os dice: “¡No temáis!” “¡No tengáis miedo!”.
Estas palabras dirigidas a los jóvenes son un acicate para todos nosotros que, como Familia Salesiana, nos indican cómo vivir el nombramiento de Cardenal al Rector Mayor don Ángel. Es una ocasión como hijos e hijas de Don Bosco, para brillar de esperanza y vivir este acontecimiento escuchando la voluntad del Señor y su Palabra y, en fin, confiándonos sin temor, agradeciendo a nuestro Rector Mayor su disponibilidad y su obediencia.
Recientemente hemos recordado a San Maximiliano Kolbe que, en sus escritos nos recuerda: “Dios lo es todo: solo él es infinito, sapientísimo, clementísimo Señor, creador y Padre, principio y fin, sabiduría, poder y amor. Todo lo que existe, fuera de Dios, tiene valor en cuanto se refiere a él, que es creador de todas las cosas, redentor de los hombres, fin último de todo lo creado. Él nos manifiesta su voluntad y nos atrae mediante sus representantes en la tierra, queriendo servirse de nosotros para atraer a sí a otras almas y unirlas en la perfecta caridad.
Considera, hermano, cuán grande es, por la infinita misericordia de Dios, la dignidad de nuestra condición. Por la obediencia superamos los límites de nuestra pequeñez, y nos conformanos a la voluntad divina que nos guía para obrar rectamente con su infinita sabiduría y prudencia.
Acatando esta divina voluntad, a la que ninguna creatura puede resistir, nos hacemos los más fuertes”
San Maximiliano continúa recordándonos cómo dejarnos ayudar por María en nuestro camino: “Todas estas cosas las conseguiremos más fácilmente por intercesión de la Inmaculada que Dios, en su bondad, ha hecho dispensadora de su misericordia. No hay ninguna duda de que la voluntad de María es la misma voluntad de Dios. Al consagrarnos a Ella, nos convertimos en sus manos en instrumentos de su misericordia, como ella lo ha sido en las manos de Dios. Dejémonos, pues, guiar por ella. Dejémonos guiar por su mano, tranquilos y seguros bajo su dirección. María pensará en todo por nosotros y se encargará de todo, alejando toda preocupación y dificultad acudirá prontamente en ayuda de nuestras necesidades corporales y espirituales”.
Recemos ahora por don Ángel y su nuevo servicio a la Iglesia, mientras, como Familia Salesiana nos preparamos a vivir este nuevo año pastoral, que nos conducirá al IX Congreso Internacional de María Auxiliadora en Fátima, para el que pronto se abrirán las inscripciones.
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