EL ROSARIO MEDITADO CON SAN FRANCISCO DE SALES Misterios gozosos

Preparado por el Monasterio de la Visitación de Moncalieri

MISTERIOS GOZOSOS

En el primer misterio contemplamos el anuncio del ángel a María

Del evangelio según san Lucas (cf. 1,26-37)

El ángel dijo a María: ”No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús”… Entonces María dijo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.

Para la meditación

María se somete a Dios sin condición alguna, se entrega y abandona totalmente a la voluntad de Dios sin reservar nada para sí. Por esta su perfecta obediencia, expresión de humildad y máximo amor, pudo acoger en su seno al Verbo eterno del Padre.

Invocación

Jesús hecho hombre por nosotros, concédenos acogerte en nuestro corazón y en nuestra vida con la misma fe de María. A Ti la gloria y amor por los siglos de los siglos. Amén.

En el segundo misterio contemplamos la visita de María a Santa Isabel.

Del evangelio según san Lucas (cf. 1,39-56)

Después del anuncio del ángel, María se levantó y fue deprisa a una ciudad de Judea. Y entrando en casa de Zacarías, saludó a Isabel.

Para la meditación

María va deprisa a ver a Isabel movida por la humildad y la caridad. La caridad, en efecto, nunca está ociosa y produce energía y operosidad en los corazones en los que habita. La Virgen Santa no solo estaba llena de amor, sino que llevando en su seno a Aquel que es todo amor, era toda ella amor. María vivía en continuo acto de amor no solo hacia Dios, sino también hacia el prójimo para quien ardientemente deseaba la salvación y toda bendición.

Invocación

Jesús, nuestra salvación y fuente de gozo, concédenos ser dóciles a la inspiración del Espíritu Santo y disponibles para llevarte a los hermanos.

A Ti la gloria y amor por los siglos de los siglos. Amén

En el tercer misterio contemplamos el nacimiento de Jesús en Belén.

Del evangelio según san Lucas (cfr. Lc 2,1-21)

Estando en Belén se le cunplieron a María los días del parto. Dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre… El ángel dijo a los pastores: os anuncio una gran alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido el Salvador, Cristo el Señor.

Para la meditación

Dios se ha unido a nosotros con una unión, que supera toda nuestra comprensión, indisoluble e infinita. Ha entrado todo en nosotros y, por asì decir, ha fundido toda su grandeza para acomodarla a la forma de nuestra pequeñez. Él, que era Dios desde la eternidad, desde ahora será también hombre por toda la eternidad. ¿Por qué ha asumido esta dulce y amable condición de niño pequeño , sino para suscitar en nostros un amor lleno de confianza y una entrega a Él, llena de amor? Dios se ha abajado; quien más se abaje, lo verá más cerca.

Invocación

Jesús, nacido para nosotros ,concédenos adorarte y confiar en ti, nuestro único Salvador. A Ti la gloria y amor por los siglos de los siglos. Amén

En el cuarto misterio contemplamos a Jesús presentado en el templo.

Del evangelio según san Lucas (cfr. 2,22-35)

Cuando se cumplieron los dias de su purificación José y María llevaron al niño Jesús al templo para ofrecerlo al Señor de acuerdo con la ley… Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios.

Para la meditación

Jesús es llevado al temploi para ser ofrecido a su Padre como sacrificio perfecto en un acto sublime de humildad y obediencia. Bienaventurados aquellos que han aprendido a ofrecerse a sí mismos a Dios y todas su acciones en unión con el Salvador! Simeón lo toma en brazos. Tomémosle también nosotros: en los labios para anunciarlo al mundo, en los brazos para obrar el bien, en las espaldas, para llevar su yugo.

Invocación

Jesús ofrecido al Padre, concédednos unir, como María, nuestra vida a tu sacrificio por la salvación del mundo. A Ti la gloria y amor por los siglos de los siglos. Amén

En el quinto misterio contemplamos a Jesús perdido y hallado en el templo

Del evangelio según san Lucas (cf. 2,41-52)

Los padres de Jesús, al no hallarlo en la comitiva se volvieron a Jerusalén en su busca. Le encontraron en el templo, en medio de los doctores… Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

Para la meditación

María y José no pueden detenerse entre los parientes y amigos, sino que en su dolor, continuaron buscando al único objeto de su amor y no pudieron hallar reposo hasta encotrarlo. Igualmente, los que verdaderamente aman a Dios no se cansan de buscarlo a él y a su santísima voluntad y, sin detenerse en las creaturas y en las satisfacciones que estas puedan ofrecerles , no están satisfechos hasta no estar unidas a Él.

Invocación

Jesús, hallado en el templo, concédenos buscarte siempre a ti, sabiduría verdadera. A Ti la gloria y amor por los siglos de los siglos. Amén