EVANGELIZADORES COMO MARIA
Queridos amigos de ADMA,
La Iglesia católica vive el mes de octubre, dedicado sobre todo a despertar el Espíritu Misionero Universal en todos los fieles. Durante este mes, llamado "Mes misionero", la animación misionera se intensifica. La Iglesia invita a los cristianos de todo el mundo a tomar conciencia de su responsabilidad común en la evangelización del mundo. Con este fin, anima a todos los fieles a ser misioneros, informándoles sobre las misiones en el mundo, sus necesidades y la importancia y urgencia de participar activamente. Propone cinco objetivos principales: dar a conocer la actividad misionera de la Iglesia; hacer comprender a todos los fieles la importancia de las misiones en el mundo de hoy; estimular el fervor misionero de todos los fieles y promover las vocaciones misioneras; promover la Cooperación Misionera Espiritual a través de la Oración y la ofrenda de sacrificios por las misiones y los misioneros de todo el mundo, y finalmente promover la Cooperación Misionera Material, pidiendo apoyo financiero para las Misiones.
El penúltimo domingo de octubre, proclamado "Domingo Mundial de las Misiones", es el momento culminante del mes. Este día se celebra en todas las Iglesias locales como fiesta del catolicismo y de la solidaridad universal. El Papa Pío XI fue la fuerza impulsora del Domingo Mundial de las Misiones. Elegido Papa en 1922, manifestó su sensibilidad hacia las misiones, demostrada en la fiesta de Pentecostés del mismo año, cuando interrumpió su homilía, suscitando un silencio casual; tomó su bolsa blanca y la hizo circular entre los cardenales, obispos, sacerdotes y fieles en la Basílica de San Pedro en Roma, convirtiéndose así en el pionero de la recogida de limosnas a favor de las Misiones. A petición de los miembros de las OMP, Pío XI instituyó el 14 de abril de 1926 la JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES.
Hace unos meses, el Papa Francisco comenzó un nuevo ciclo de catequesis, dedicado a un tema actual y decisivo para la vida cristiana: la pasión por la evangelización, es decir, el celo apostólico.
Esta es una dimensión vital para la Iglesia: la comunidad de los discípulos de Jesús nace apostólica, nace misionera, no hace proselitismo, y desde el principio tuvimos que distinguir esto: ser misioneros, ser apostólicos, evangelizar. La comunidad de los discípulos de Jesús nace apostólica y misionera. El Espíritu Santo la moldea "saliendo", para que no se encierre en sí misma, sino que sea extrovertida, testigo contagiosa de Jesús, orientada a irradiar su luz hasta los confines de la tierra. Pero puede suceder, y a veces sucede, que el celo apostólico, el deseo de llegar a los demás con la Buena Nueva del Evangelio, disminuya, se vuelva tibio. A veces parece estar eclipsado, los cristianos nos encerramos en nosotros mismos y no pensamos en los demás. Pero cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte de la evangelización, el horizonte del anuncio, se enferma, se encierra en sí misma, se atrofia. Sin celo apostólico, la fe se marchita. La misión, por otra parte, es el oxígeno de la vida cristiana: la vigoriza y la purifica (audiencia general, 11 de enero de 2023).
En este camino de evangelización miremos a María. Recordamos que en su exhortación apostólica "Evangelii nuntiandi", el Papa Pablo VI proclamó a María "Estrella de la evangelización".
"En la mañana de Pentecostés, María presidió con su oración al comienzo de la evangelización bajo la influencia del Espíritu Santo. Que Ella sea la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y llevar a cabo, especialmente en estos tiempos difíciles y esperanzadores" (Pablo VI, EN 82).
Pablo VI nos dice que María fue la primera persona en ser evangelizada, porque habiendo aceptado ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios, también fue la primera en abrir su corazón y acoger la Buena Nueva de Salvación que Jesús trajo al mundo. Al mismo tiempo que María fue la persona que mejor vivió el Evangelio, María es la realización más alta del Evangelio de Jesús. María es, por tanto, la "estrella de la evangelización", porque nos invita con su ejemplo a acoger en nuestra vida el mensaje salvífico de su Hijo; nos repite continuamente la frase que pronunció una vez en Caná de Galilea y que hizo posible el primer milagro de Jesús, signo de su divinidad: «Haced lo que él os diga» (Jn 2, 5). Estas palabras de María resumen su misión en la Iglesia y con nosotros. María, Madre de Jesús y Madre nuestra en el orden de la gracia, Madre de toda la Iglesia, de pastores y fieles, primera y más fiel discípula y seguidora de Jesús y de su mensaje de amor, nos recuerda constantemente la necesidad de que todos nosotros "hagamos lo que Jesús nos dice", de vivir como Jesús nos enseñó con su palabra y su vida, para hacer del Evangelio, la Buena Nueva, una realidad viva y activa en el mundo.
¿Cómo podemos "evangelizar" hoy? María, estrella de la evangelización, nos invita a todos los que creemos en Cristo resucitado y buscamos seguirlo a: amar a Dios sobre todas las cosas, dándole el primer lugar en nuestros corazones y en nuestras vidas; abandonarnos confiadamente a su amorosa Providencia; amar a nuestros hermanos y hermanas como Jesús nos amó y nos sigue amando; perdonar de corazón las ofensas que nos hacen y pedir perdón por las que causamos a los demás; afrontar la vida con alegría y entusiasmo, con fe y esperanza; luchar sin temor e implacablemente contra el mal y el pecado que nos persiguen; ser la luz del mundo y la sal de la tierra; ser pobres de espíritu, separados de todo lo que significa de alguna manera esclavitud y alienación de Dios; ser humildes y sencillos como niños; ser compasivos y misericordiosos; estar limpios de corazón y mente; amar la verdad, vivir en ella y proclamarla con valentía; trabajar con determinación para establecer la justicia en el mundo; Construir la paz a través de acciones cotidianas.
Es un programa maravilloso para evangelizar como María, en este mes de octubre, el mes de María. Recemos el rosario con la intención evangelizadora de toda la Iglesia. Que nuestra oración nos ayude a renovar nuestro ser evangelizadores.
Renato Valera, Presidente de ADMA Valdocco.
Alejandro Guevara, Animador Espiritual ADMA Valdocco
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