PEREGRINOS EN LA ESPERANZA, GUIADOS POR MARÍA

Comenzamos un nuevo año cargado de promesas y desafíos, un tiempo donde la fe y la esperanza son las luces que iluminan nuestro camino. Este 2025, tanto la Iglesia universal como nuestra Familia Salesiana nos invitan a vivir con intensidad la experiencia de ser peregrinos de la esperanza, una misión que abraza al mundo entero y encuentra su rostro más joven en quienes son el presente y el futuro: los jóvenes.
El Papa Francisco, al convocar el Jubileo 2025 bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, nos recuerda que la vida cristiana es una peregrinación constante hacia Dios, marcada por la reconciliación, la unidad y el redescubrimiento de la paciencia y la alegría en medio de las dificultades. Este Año Santo nos ofrece la oportunidad de renovar nuestra confianza en la presencia constante de Dios en la historia, en un mundo que clama por paz, justicia y encuentro fraterno.
Por otra parte, el mensaje del Aguinaldo 2025: “Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes” resuena como un llamado a ser compañeros de camino de las nuevas generaciones, mostrándoles que la esperanza no es solo una idea abstracta, sino una fuerza viva y transformadora, capaz de afrontar con valentía y alegría los desafíos de la vida.
Ambos mensajes encuentran un eco especial en este primer mes del año, dedicado a María, Madre de Dios, cuya solemnidad celebramos el 1 de enero. María, como Madre y Guía, acompaña a la Iglesia en este camino jubilar y a nuestra Familia Salesiana en su misión educativa y pastoral. Ella, la primera peregrina de la fe nos enseña a mirar el futuro con confianza y a permanecer firmemente anclados en el amor y la esperanza, incluso en medio de las incertidumbres de nuestro tiempo.

Este 2025 nos desafía a vivir con un corazón abierto y dispuesto, a ser signos de esperanza y faros de luz para quienes nos rodean. Así como María acompañó a Jesús y a los discípulos en sus caminos, ella camina hoy con nosotros, sosteniéndonos con su amor materno y guiando nuestros pasos hacia el encuentro pleno con Cristo.
Que este Año Jubilar y salesiano sea para todos un tiempo de gracia y transformación. Con María a nuestro lado, avancemos como auténticos peregrinos de la esperanza, comprometidos a construir un mundo más justo y fraterno junto a los jóvenes y a todos los que buscan un horizonte de paz.
¡Que tengamos un bendecido inicio de año, bajo el amparo de María y el impulso del Espíritu Santo!
Don Gabriel Cruz Trejo SDB,
ADMA Valdocco Animador espiritual.
Renato Valera,
Presidente ADMA Valdocco
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