PRESENTACIÓN DE LA NUEVA JUNTA DIRECTIVA
- Adma Don Bosco
- 17 may
- 6 Min. de lectura
Queridos amigos,
Con gran emoción, sentido de compromiso y responsabilidad me dirijo a ustedes por primera vez, al tomar posesión el nuevo Consejo de la ADMA Primaria e iniciar mi mandato como presidente de la Asociación María Auxiliadora. Mi afiliación y la de mi esposa Daniela a ADMA, hace ocho años, significó un regalo y un camino hacia María y Jesús, en compañía de muchos amigos y familiares. Y quizás por eso María lo organizó todo para que ahora pudiéramos devolver una parte de todo lo que hemos recibido.
Todos nosotros consejeros deseamos, en primer lugar, agradecer a nuestra madre María por habernos querido en el Consejo, dándonos la posibilidad de responder a los muchos dones recibidos, con espíritu de servicio y gratitud. Nos confiamos a Ella como "verdadera Presidenta" de ADMA para que guíe todas las acciones y elecciones para el camino de nuestra gran familia hacia Jesús. En el año del Jubileo dedicado a la Esperanza, queremos interpretar el compromiso en el Consejo con una bella cita recordada en el Aguinaldo del Rector Mayor de este año: "La esperanza es la capacidad de cada uno de nosotros de trabajar por algo porque es justo hacerlo, no porque ese algo tendrá un éxito garantizado.... Hacer algo porque tiene sentido: en eso consiste la esperanza, y presupone valores y presupone fe". Y la fe es la razón de la participación de todos nosotros en ADMA. Creer en Jesús en la Eucaristía y en María Auxiliadora es lo que nos une en cualquier país en el que estemos o idioma que hablemos.
Deseamos agradecer a todos los miembros del Consejo saliente el empeño, la atención y la calidad que han puesto para permitir que ADMA crezca, llevando a cabo las intenciones y la voluntad de Don Bosco que la fundó: Chiara Audasso con Alberto, Maria Pia Gallo con Massimo, Giovanni Scavino con Barbara, Tullio Lucca con Simonetta, Paolo Peirone con Monica, Luciana Bianchetti. Un agradecimiento especial, y también personal, al Presidente Renato Valera con Barbara: vuestra presencia y servicio han sido un don precioso para la asociación y vuestro ejemplo de fe, amor y atención seguirá siendo un punto de referencia para el camino del nuevo Consejo.
Estoy seguro de que el compromiso de todos se mantendrá en el futuro con funciones diferentes, pero con el mismo deseo de donar su tiempo y sus talentos. Hoy, más que nunca, el Consejo lo necesita, y espero que todos los miembros de la Primaria y de todas las asociaciones locales se sientan guiados por María para ofrecer su contribución con sencillez y humildad y, sobre todo, con un ofrecimiento sereno de su tiempo disponible. El estilo seguirá siendo el que quería Don Bosco, un estilo familiar y alegre, sencillo y práctico.
Gracias de nuevo a Beppe Sardella y Mónica, que han renovado su disponibilidad, y a todos nuestros animadores y animadoras: P. Gabriel Cruz, Sor Lucrezia Uribe, P. Roberto Carelli y Sor Marilena Balcet, que seguirán acompañándonos con amor y paciencia en este "itinerario de santificación y apostolado salesiano".
Por último, me gustaría dirigir un pensamiento a todos los miembros de los grupos ADMA del mundo, especialmente a los laicos. Nuestra asociación está creciendo mucho en todos los continentes: hoy tenemos más de 800 grupos en 50 países diferentes. Por tanto, un compromiso especial del nuevo Consejo irá dirigido a potenciar el papel mundial de la animación primaria. Para hacerla aún más bella y eficaz, sin embargo, será importante sumar a esta iniciativa vuestro apoyo con la oración y vuestra colaboración activa: nos gustaría que formarais parte activa de este camino que, con la ayuda de María y de Jesús, nos llevará pronto a organizar el Consejo Mundial de ADMA y el próximo Congreso de María Auxiliadora, etapas fundamentales de coordinación y animación en particular con nuestros animadores espirituales SDB y FMA. Confiamos nuestro camino a María Auxiliadora, nuestra Madre y Maestra. Que Ella nos guíe y proteja siempre.
Giuseppe Tufano Nuevo presidente de Adma
A continuación, una breve presentación de los consejeros de Adma Primaria:
Aldo
Para mí y mi familia, unirnos a ADMA surge del deseo de crecer espiritualmente juntos, como familia y como comunidad. La asociación nos ofrece oportunidades de oración, meditación y reflexión que pueden compartir todos los miembros de la familia, da la oportunidad de participar en retiros espirituales y ayuda a fortalecer los lazos familiares y a crear un ambiente de fe compartida con otras familias en situaciones similares. Este sentido de pertenencia es uno de los aspectos importantes para quienes buscan apoyo y amistad en su camino de fe. La vida familiar puede presentar retos y momentos de crisis, y ADMA ofrece un entorno de apoyo donde las familias pueden compartir sus preocupaciones y recibir ayuda espiritual y práctica. La comunidad se convierte en un punto de referencia seguro donde encontrar consuelo y aliento en los momentos difíciles. Unirse a ADMA significa abrazar y promover la espiritualidad mariana. Se anima a las familias a desarrollar una devoción personal a María, reconociendo su papel de guía e intercesora en la vida cristiana, invitándonos a ponernos a su servicio.
Elisabetta
¡Un cordial saludo a todos los miembros de la Asociación desde Turín Valdocco! Soy Elisabetta Seno y este año celebro 10 años como miembro de ADMA. Doy gracias al Señor por el don de haber conocido la Asociación y de haber crecido en una gran familia de familias que me acogieron hace muchos años. Han sido años llenos de muchas gracias recibidas a nivel personal y como ADMA Primaria. Como miembro del Consejo, deseo ahora devolver algo de lo mucho que he recibido. Deseo ponerme al servicio de ayudar a que la dimensión mundial de nuestra Asociación crezca cada vez más. Son tantos los grupos presentes hoy en tantas naciones y tantas las preciosas realidades que florecen continuamente por mediación de María Auxiliadora, siguiendo el carisma de Don Bosco. Sueño con una Asociación cada vez más unida, cada vez más enriquecida por las diferentes sensibilidades culturales de todo el mundo y que el vínculo con las "dos columnas" y con la Basílica de María Auxiliadora, nuestra Casa de la que todo procede, sea cada vez más profundo.
¡Una oración desde Valdocco con la esperanza de encontrarnos pronto!
Dedo
Me llamo Manfredo y estoy casado con Alessandra desde hace 22 años y tenemos 3 hijos. Conocemos la ADMA desde 2017 cuando un par de amigos, que ahora ya no caminan en la ADMA, nos propusieron los retiros mensuales y luego los ejercicios en Pracharbon. Para nosotros, formar parte de la gran Familia Salesiana dentro de la ADMA, es la confirmación de los fundamentos de nuestra llamada al matrimonio, porque el carisma de la ADMA se basa en los dos pilares soñados por Don Bosco: la Eucaristía y María Auxiliadora. Nuestro camino ha sido un crescendo de amor a las personas, y de alegría al ver cuántas gracias María Auxiliadora y Don Bosco siguen concediendo a todos los miembros y a su entorno. Así que acepté la petición de estar disponible para servir a la ADMA en el Consejo y en particular en la Secretaría y Comunicación, una tarea muy exigente, pero confío en la ayuda de muchos asociados de buena voluntad y en María Auxiliadora que quiere hacerlo todo bien.
Beppe
Me llamo Beppe, estoy casado con Monica desde hace 30 años, tenemos dos hijos de 24 y 27 años. Somos Salesianos Cooperadores desde 1993. Para nosotros entrar en ADMA fue la consecuencia natural de darnos cuenta de la increíble cantidad de gracias que María nos ha dado a lo largo de los años. Descubrir que el "estar" de María no es sólo junto a Jesús, sino sobre todo junto a nosotros, en los buenos momentos, y en las pruebas. Que como siempre ha hecho, en todo momento, con discreción, nos señala a Jesús. Que no se arredra y que no se deja vencer en generosidad. Que ríe con nosotros, que suda y sufre con nosotros, que nos sugiere el Cielo. En el Consejo de ADMA sigo el ámbito de ADMA Primaria, las actividades que gravitan en torno a Valdocco, las iniciativas dirigidas a los jóvenes, la organización de retiros mensuales y de verano. Haber aceptado la invitación a formar parte del Consejo para mí ha sido reconocer la llamada de Don Bosco a escuchar la voz de María, a seguir su mirada, a confiar en hacia dónde nos quiere conducir.
Antonio
Confiar, confiarse y sonreír: éste es un lema que la Asociación ha hecho suyo, y es el que hemos querido abrazar cuando nos hemos puesto a disposición para servir en el Consejo. Hemos confiado a María nuestras dudas y temores sobre nuestra inadecuación al papel a desempeñar; confiamos en María para que, como siempre, siga guiando y protegiendo nuestro servicio en la Asociación y confirme luego serenamente que, en cualquier caso, "Ella lo ha hecho todo"; trataremos con mayor fervor de testimoniar con alegría nuestra pertenencia a esta gran familia, parte de la gran familia salesiana, no hablando de Dios a quienes no nos preguntan, sino viviendo de tal manera que tarde o temprano nos pregunten. Recemos unos por otros para que crezca y se difunda la Devoción a María Auxiliadora.

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